A menudo los tenemos, pero creemos que no los vamos a hacer realidad, es más, a veces, incluso estamos convencidos. Yo creo que cuando se llega a esa tal vez errónea conclusión, ellos, los sueños, se mueren, dejan de existir, y se convierten en uno de los miles de pensamientos que pasan por nuestras cabezas.
Claro que se puede soñar cosas completamente inverosímiles, como comprar una casa en la Luna, poder volar, o tener poderes mágicos. Pero los sueños, los de verdad, ésos, si luchas por ellos, se consiguen, tarde o temprano, se tienen que conseguir. Sólo hay que tener fe en uno mismo, no rendirse, e ir a por todas. En la vida hay que tener sueños, propósitos, y no perder nunca la esperanza de poder realizarlos.
Claro que se puede soñar cosas completamente inverosímiles, como comprar una casa en la Luna, poder volar, o tener poderes mágicos. Pero los sueños, los de verdad, ésos, si luchas por ellos, se consiguen, tarde o temprano, se tienen que conseguir. Sólo hay que tener fe en uno mismo, no rendirse, e ir a por todas. En la vida hay que tener sueños, propósitos, y no perder nunca la esperanza de poder realizarlos.
Los sueños están hechos para creer en ellos, luchar por conseguirlos.
Si no, ¿de qué nos sirven?
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