Me gustaría publicar una carta que navega por la red, sobre todo en twitter, de una profesora escibiendo de una manera clara y directa sobre el problema de la minería:
Mineros, sencillamente admirables
Los mineros están en la calle, aunque los grandes grupos mediáticos no cuenten lo que está ocurriendo en Asturias y León. El gobierno ha atacado al sector de la minería y la embestida ha sido casi tan brutal como miserable. Han amputado más del 60% de las ayudas al sector del carbón. Esto no es un recorte, esto es un jaque mate a todos los que viven directa o indirectamente de la minería.
La huelga indefinida de los mineros comenzó hace más de tres semanas y sigue siendo secundada por el 100% de los trabajadores del sector. Al dedir esto siento mucha envidia. Yo soy profesora, y a nosotros también nos han recortado, pero nos hemos rendido antes de empezar la lucha. Ellos no. Los mineros están hechos de otra pasta y se unen para combatir contra esta locura. Han sido y siguen siendo ejemplo de lucha y ahora es el momento de pelear por los derechos que nos están robando a manos llenas. Sigamos su ejemplo.
Debemos preguntarnos en qué país queremos vivir y qué valores y qué derechos queremos preservar. Si aniquilan las comarcas mineras, desaparecerá una forma de vida basada en valores como la solidaridad, el compañerismo, el compromiso, el esfuerzo, el coraje o la valentía. Valores que los mineros contagian a todos aquellos que tienen cerca. Valores que nuestro país no puede permitirse el lujo de perder.
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