viernes, 12 de julio de 2013

El Padrino IV

Todo el mundo está contento. Bárcenas porque se ha convertido en El Padrino de la cárcel de Soto del Real y ya no tiene que avergonzarse de nada, si acaso lo hizo alguna vez; la indignada sociedad porque se ha ajusticiado al chorizo de moda; y esos afligidos e incomprensibles tertulianos que se quejaban de lo improcedente de su ingreso en prisión porque ahora estarán satisfechos al comprobar que el criminal no sufre y pasa el verano a cuerpo de rey.

Pero los más contentos son los propios presos, que han convertido a este maleante de las finanzas en su ídolo. Bárcenas es en Soto del Real un aliento de esperanza para esos inadaptados a quienes les asusta rehabilitarse mediante un trabajo honrado. Luis les ha mostrado un atajo para que puedan hacerse millonarios de manera honrada: sin pistolas, sin atracar gasolineras o bancos, sin agresiones físicas, sin necesidad de montar una banda, sin derroches de sangre. Y mientras tanto, como sucediera con El Padrino de carne y hueso, sus abogados intentan defender a duras penas esa vergonzosa honorabilidad que le ha permitido enriquecerse.

Bárcenas, fuera de la cárcel, es un delincuente fiscal a quien todos repudian; dentro de ella, en fin, es una autoridad que imparte talleres sobre cómo robar al por mayor y amedrentar sin despeinarse (como si fueran adolescentes colegiales), a los máximos gobernantes de este sufrido país.

Todos estamos contentos, y lo estaremos mucho más si Bárcenas, El Padrino, se queda de por vida en la prisión de Soto del Real, donde podrá firmar autógrafos mientras rememora, rodeado de sus boquiabiertos compinches, sus fechorías.

1 comentario:

  1. Tienes razón, me lo imagino dando clases de cómo vender dos cuadros o esa silla maravillosa y ganar miles de euros.

    Al menos después de la peineta que nos hizo, me alegro de que llevemos casi un mes haciéndole la peineta a él y que pase de ladrón a víctima y soplón http://wp.me/p2fW1E-k0

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