Cuando el pasado mes de abril me embarqué en mi andadura bloguera y situé en el encabezado del mismo una estrofa de la canción Antípodas del cantautor Javier Krahe, nunca imaginé que él mismo llegaría a ser el personaje principal de una de mis entradas al blog.
Con un estilo característico de letras irónicas y rimas ingeniosas fue censurado ya en 1986 por TVE su canción Cuervo ingenuo (sátira de la ambigüedad ideológica del PSOE) que iba a emitirse como parte de un concierto de Joaquín Sabina. Durante una entrevista de 2004 en el programa Lo más plus a Javier Krahe se emite el corto “10 comentarios, esta no es la vida privada de Javier Krahe”, de hace unos treinta años. En él se da una receta para cocinar un Cristo, mostrando cómo se introduce un crucifijo en un horno y cómo éste se abre solo a los tres días, parodiando la resurrección. “Calcúlese un Cristo ya macilento para dos personas. Se le extraen las alcayatas y se le separa de la cruz, que dejaremos aparte. Se desencostra con agua tibia y se seca cuidadosamente…” Así comienza el cortometraje rodado en 1977 por Javier Krahe y Enrique Seseña.
Video que terminó en los tribunales por un presunto delito de escarnio por el que la acusación solicitó una fianza de 192.000 euros. Fue archivada en dos ocasiones hasta la querella presentada por el llamado Centro Jurídico Tomás Moro (cuyo lema es “cristianizando el derecho, cristianizando la sociedad”) que llega a la Audiencia Provincial de Madrid y el 29 de mayo de 2012 inicia la vista oral contra Javier Krahe y la productora del programa.
Krahe asiste incrédulo a un proceso que considera “absurdo”. “Se me acusa”, dice, “de una serie de cosas que no he hecho. Yo no he salido en televisión cocinando un Cristo, ni aparezco en las imágenes ni las he exhibido, no tengo mano en televisión. Proceden de una película que se hizo sobre mí, pero con la que no tengo nada que ver”.
En vísperas del juicio, representantes del mundo de la cultura se han movilizado para abanderar una campaña en favor del cantautor. “La Iglesia católica es una institución muy importante por su poder económico y su influencia en la moral, en la educación y, en definitiva, en la vida de millones de personas. Por eso mismo está sujeta a crítica. Faltaría más”, exponen en una carta firmada por Miguel Tomás-Valiente y por otras 53 personas, entre las que se encuentran cantantes, cineastas y actores como Victor Manuel, Santiago Segura, Pablo Carbonel, Arturo Vals, Javier López de Guereña, Fernando Anguita, Yolanda García Serrano, Patricia Camacho, Pepe Viyuela, Ramón Alpuente, Rosa Tovar y Andreas Prittwitz.
Los firmantes consideran que el arte ha sido siempre un vehículo para la crítica y para la denuncia de las “tropelías” de la Iglesia católica, como “la propaganda contra el uso de preservativos favoreciendo la extensión del sida”. Y consideran que, como no podía ser de otra manera, también está sujeta al desafío disidente, a la reflexión y a la burla “más o menos irreverente y provocativa”. “Somos muchos los que creemos que lo deseable es una sociedad laica en la que la Iglesia católica no tenga privilegios que no tienen otras instituciones similares”, sostienen los firmantes de la carta en apoyo. Y concluyen: “Al dejar desempeñar funciones que es ridículo que todavía pretenda conservar, tal vez deje de ser objeto de escarnio”.
“Si me condenan, me exilio a Francia”, ha dicho el cantautor Javier Krahe a su entrada a los juzgados de lo Penal de Madrid, donde se le juzga por atentado contrala libertad religiosa.
Sin ánimo de hacer una valoración personal, únicamente esta cita Cristiana que en numerosas ocasiones he escuchado: “TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS”.
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