Cada vez gustan más grandes. De un tamaño tan exagerado que, a veces, cuesta abarcarlos con las manos. Coge una regla. Si el tuyo mide menos de 13 centímetros, siento mucho comunicarte que lo que tienes no vale para nada, es una absoluta ridiculez. Vamos, que con eso no presumes ni de coña. Es una de las incongruencias de la tecnología.
Hace unos años, las marcas se peleaban por ver quién los hacía más pequeños, pero la tendencia ha cambiado y ahora los móviles tienen que ser hermosotes, y no nos importa que ya no los podamos llevar en el bolsillo del pantalón o que tengamos que alquilar un trailer para transportarlos. Lo primero es lo primero. Y estar a la última es lo que cuenta.