Cuatro días dan para mucho. En seis creó Dios el mundo y al séptimo descansó, así que en cuatro levantaríamos un mundo imperfecto, casi como el de ahora, sin luz o mar, ahora no recuerdo el orden de la creación, tendré que revisar el catecismo para la reforma educativa, por si acaso.
Cuatro días son la mitad de la semana, el puente de Semana Santa, casi el ecuador de una novena. Cuatro días yació muerto Lázaro y luego anduvo. Y si un muerto anda, mucho más nosotros, que somos unos vivos y queremos aprovecharnos de la pérdida de un familiar cercano. Menos mal que nos vigila desde la CEOE José de la Cavada . En un día puedes viajar hasta Helsinki, enterrar a un padre y volver tan ricamente, sobre todo ahora que no se viaja en diligencia.