Keep It Simple, Stupid! Traducido literalmente al castellano quiere decir “Mantenlo Sencillo, ¡Estúpido!”. Es un principio aplicable a cualquier ámbito que se pueda uno imaginar: desarrollo de producto o servicio, gestión de proyectos, procesos, etc… Cualquier sistema, cuanto más sencillo sea, cuanto más claras estén sus partes y funciones, cuanto más fácilmente sean detectables los errores que se puedan producir, mucho mejor.
Este principio de diseño se hizo popular en la década de los años 60 en relación al proyecto complejo del Apollo.
El Principio KISS declara que uno de los objetivos clave debería ser la simplicidad, a la vez que evitamos una complejidad innecesaria.
Antoine de Saint-Exupéry, autor de el Principito, tiene una popular cita que refleja este principio: “La perfección se alcanza, no cuando no hay nada más que añadir, sino cuando ya no queda nada más que quitar.”
Las compañías que en tecnología están triunfando (por ejemplo, Apple o Google) se caracterizan por un diseño minimalista en los aspectos de usabilidad. La idea es atenerse a este principio, ya que plantean que es mejor mantener un diseño formado por partes sencillas y en consecuencia, manejables y comprensibles, y por lo tanto la detección de errores en ellas será más fácil y su corrección más rápida.
Cuando se desarrollan sistemas complejos, en ocasiones se pierde esta perspectiva, y se comienza a construir estructuras complejas que tensfieren esa complejidad a los resultados, y por ello, antes de comenzar cualquier diseño complejo hay que tener en cuenta este principio. Si tienes que analizar algo que es complejo, al analizarlo intenta que las partes de tu análisis sean lo más sencillas posibles. Y si tienes que diseñar un sistema complejo, intenta hacer que tu diseño sea lo más simple que puedas. Ganarás en salud mental y llegarás más pronto al éxito.
En resumen, se puede decir que el mismo principio KISS es simple de por sí, ya que no existe mucha información sobre él, aunque está vinculado con otro principio, La navaja de Occam. Este dice: “Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem” o lo que es lo mismo, “Si hay dos soluciones a un problema, la más simple es la mejor”.
Como bien decía al comienzo de la entrada, es un principio aplicable a cualquier ámbito que se pueda uno imaginar, incluído nuestra vida diaria. Una idea más cercana a lo que puede ser una vida simple, es hacer espacio en la vida para lo esencial: las cosas que nos gusta hacer y las personas con las que queremos estar. Una vida que no está abrumada por tareas y proyectos, con tiempo para hacer lo que uno desea. Con lo que se puede vivir una vida llena de paz, ir despacio, trabajar feliz…
He recogido 10 ideas (de muchas) que pueden ayudarnos a ir por buen camino. Hay que saber adoptar los cambios gradualmente. Si hacemos pequeños cambios cada vez, podemos conseguir un gran cambio a largo plazo, aunque un gran proceso puede requerir meses o incluso años.
No todas estas ideas se ajustarían al propio concepto de cada uno sobre una vida simple, así que, bien vivas en un minimalista chalet de lujo en Mallorca o bien lo hagas más modestamente, tómate esta lista como una fuente de inspiración.
Los caminos hacia la simplicidad:
1.- Establece una zona de “no distracción”. Ideal para cuando necesitamos concentrarnos en una determinada tarea, algo habitual en nuestra vida diaria. Crea una zona que no permita distraerte. Sin teléfonos, sin correo electrónico, sin gente alrededor, nada en las paredes, sin mensajería instantánea, sin navegar por la web. Solamente las herramientas que necesitas para hacer el trabajo y nada más.
2.- Escribe una pequeña lista con lo que más te gusta hacer. Esto es una simplificación a gran escala. Si te resulta dificil simplificar tu vida, haz una pequeña lista de las cosas que más te gustan. Deberán ser 4 ó 5 cosas. Empieza a eliminar todo aquello (que no sea necesario) en tu vida que no está en la lista, para entonces hacer espacio para las cosas con las que más disfrutas.
3.- Desvía todas las peticiones durante una semana. Si llevas demasiada carga de trabajo, rechaza toda nueva petición esa semana. Si alguien te pide hacer algo, declínalo educadamente. Si es algo a lo que no puedes negarte, di que lo mirarás la siguiente semana porque tienes algunos proyectos que necesitas acabar esta semana. Puedes preocuparte sobre nuevas cosas la semana siguiente. Repite este procedimiento cuando lo necesites.
4.- Una sola tarea, un solo proyecto. Para aquellos que queremos estar en todos lados y haciendo de todo. ¿Cuántos proyectos llevamos? Si son muchos pueden limitar nuestra eficacia. Céntrate en un único proyecto y deja los otros aparcadas. No te permitas ir cambiando entre tareas.
5.- Come sólo 7 alimentos. Una manera de comer sano cuando no se tiene clara una dieta a seguir. Limita tu ingesta a comidas que no vengan empaquetadas. Come sólo estos siete alimentos: fruta, vegetales, cereales integrales, carnes magras, lácteos desnatados, legumbres y frutos secos.
6.- Sin papeles. No hace falta abandonar tu país y para determinados tipos de trabajo puede funcionar muy bien. Si puedes hacerlo, puedes ahorrar tiempo archivando, buscando material y ahorrando espacio. Puedes dejarlo todo online, o un sistema más tradicional como el disco duro. Para aquellos documentos que sólo se puedan enviar en papel, escanea y deshazte. Pide que las cosas se envíen electrónicamente.
7.- La regla del 5 en los correos. Si dedicas demasiado tiempo a escribir correos electrónicos, prueba a limitar cada email a 5 frases o menos. Esto te obliga a mantener los emails breves e ir al grano. También limita el tiempo que dedicas al correo y te fuerza a decidir que es lo importante en cada email.
8.- La regla de los 30 días. Una fantástica idea para todos aquellos que tengan problemas con la compra compulsiva, gran enemiga de la simplicidad. La regla es la siguiente: si quieres comprar algo, tienes que escribirlo en la lista de los 30 días, junto con la fecha en la que fue añadido. Si después de 30 días todavía lo quieres, entonces puedes comprarlo. Claro que no se aplica a necesidades básicas como la comida, lo que ayuda a distinguir entre caprichos y bienes.
9.-Vístete con pocos colores. Ayuda a simplificar el armario. Puedes llevar solamente negro azul, gris y naranja, con algunos marrones añadidos. Esto significa que es relativamente fácil combinar las prendas, y no se necesitan muchas. Seguro que tienes tus colores preferidos. Configúrate el armario en base a ellos.
10.- Trabaja cuatro días a la semana. Claro que no todo el mundo puede ajustarse a este horario, pero si te puedes permitir el lujo, limítate a 4 días a la semana (8 horas). Pero, ¿Cómo puedes trabajar sólo 4 días si actualmente trabajas 5 y vas a tope? Bueno, es una ley conocida que nuestro trabajo se expande para ocupar todo el tiempo que le demos. Aunque la otra cara de esto es que si reduces el tiempo, reducirás el trabajo para que se ajuste al tiempo. Si sólo tienes 4 días para trabajar a la semana, cogerás las tareas más importantes, tendrás listo el trabajo que tenga que estar listo y eliminarás naturalmente el resto.
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